Vaya 25 años de club y vaya verano.

La verdad es que el final de la temporada pasada en Pontevedra fue algo decepcionante, ya que tuvimos que adelantarlo debido a los múltiples eventos que nos impidieron hacer uso de la instalación, para llevar a cabo la descarga como mandan los cánones. Pero en fin, la adelantamos y pudimos desconectar, buscar la playa unos días antes y comenzar a recuperarnos de pequeñas goteras que se van acumulando en tantos meses de práctica.

En agosto, Patri y yo tuvimos nuestro ya habitual momento de vacaciones y aprovechamos para olvidarnos completamente del judo, como sólo nosotros sabemos, y nos fuimos a Japón, fue algo así como la segunda ronda de nuestro viaje de boda ya realizado al mismo país hace unos añitos.

Y como el judo estaba prohibido, nos encontramos con nuestros colegas Dani y Gabi por aquellas latitudes, que con ellos es fácil desconectar de nuestro deporte.

Para conseguir la desconexión más absoluta, pues decidimos pasar unas 12 horas diarias metidos en el Nippon Budokan, viendo el Campeonato del Mundo de Judo. Lo pasamos en grande, conseguimos muchos "cromos" al hacernos fotos con muchos de nuestros ídolos. Nos dejamos la voz animando al equipo español, que en esta ocasión no llegaron a las medallas pero que lo hicieron genial ganando combates impresionantes y plantaron cara de una manera muy espectacular. Nosotros nos dedicamos a gritarles nuestro ánimo y a agitar la bandera que portábamos para hacer ver a España en un evento tan grande.

Tuvimos la fortuna de encontrarnos sentados al lado del maestro D. Manolo Hernández, un encanto de señor del judo, afable, amable y todo un monumento viviente a nuestro judo nacional. Pese a que llevaba unos días más que nosotros por tierras niponas y estaba algo cansado de tanto turismo, no dudó en comentar con Patri y conmigo cada acción y cada decisión arbitral. Fue un gustazo más allá de lo personal, es como una enciclopedia de judo y lleva mucho vivido en este mundo. Gracias a esa bonita coincidencia, ahora varios de nuestros cromos también tienen a Manolo (todo un 8º dan) como protagonista y nosotros ya tenemos un nuevo amigo en la zona de Zaragoza. ¡Un saludo de los gallegos!

Durante esos días de pabellón, tuvimos muchas gratas experiencias y encuentros, desde nuestro presi D. Mario Muzas a fotógrafos muy refutados como D. Paco Lozano, técnicos del Harbor Judo Dojo de Los Ángeles, California, USA, a fans koreanos, dos técnicas inglesas majísimas, una fotógrafa holandesa, alemanes, israelíes... todos muy empeñados en disfrutar este evento a lo grande también con nosotros.

Ya en España, con ganas de repetir, por supuesto, en pleno septiembre nos pusimos el judogi y comenzamos la pretemporada en Pontevedra con la clase de mayores. Un gustazo ver un montón de caras sonrientes, bien morenas y con unas ganas de tatami que indicaban que esta vez las vacaciones deportivas habían sido algo más largas de lo habitual. 

Ahí es cuando estás bien a gusto, compartiendo las anécdotas y las aventuras del verano, pero sobre todo volviendo a poner el judogi con todas las ganas de comenzar temporada como está mandado.

GRACIAS por hacerme sentir tan afortunado y por seguir ahí al pie del cañón, sois mucho.

Y ya hoy 11 de septiembre estamos de gran celebración. El club cumple oficialmente 25 años desde su fundación legal administrativa, aunque ya sabéis que Crespo y Cía. ya estaban propagando el judo en Pontevedra bastante antes de esta fecha. Pero aún así es un día grande y hay que celebrarlo con la pompa que se merecen estos 25 añazos.

GRACIAS a todos los que hacéis este club posible, los que seguís haciendo que merezca la pena y todos los que alguna vez habéis estado ahí. 25 Años no son una broma, pero queda mucho por recorrer aún.

Ahora acabamos de acordar un golden score de otros 25 años para el club, porque al igual que el que disputaron Maruyama y Abe en el mundial puede que parezca largo, pero cuando hay acción, se pasa volando.

¡GRACIAS a tod@s! Vamos a por la temporada 2019-2020.

Elo.